Ubicada a pocos km del río Tebicuary donde divide los departamentos de Itapúa y Caazapá, dominando la vista desde una elevación en el pastizal, dentro del complejo de reservas naturales Guyra Retä, se encuentra la Estación Biológica Kangüery, un lugar al que me alegraría llegar mil veces.
Salí por el camino de Cuatro Puentes y atravesé el arroyo Moroti y la picada Taguató, cuando el barro colorado secó y así lo permitió. Esos 30km pueden ser duros pero el premio es grande. Una vez dejada atrás la superficie de monocultivos que rotan entre el cereal y la soja, el paisaje alterna entre el bosque semicaducifolio de una altura superior a los 20 metros formado por árboles de maderas duras que sirven de alojo y soporte para una gran diversidad de plantas especializadas y los densos pastizales en los que, en lugares particularmente húmedos donde no han sido pastoreados, las herbáceas alcanzan los 2 metros de altura. En las riberas de los cursos de agua se desarrollan franjas de monte de menor porte adaptado al tipo de suelo, así como esterales en los bajos inundables.




Avanzando despacio por aquellos caminos resulta fácil observar a las mariposas que los atraviesan para volver a desaparecer entre la vegetación, que liban sales en las orillas de los charcos o que sobrevuelan los pastos deteniéndose en las flores que las atraen. Entre las primeras destaca la Panambi Hovy, Morpho ícono de la conservación del bosque atlántico.
Durante el último tramo del recorrido, se me cruzó por delante un ave de larga cola, con la que debía completar unos 40 cm de longitud total. Se trataba de el Yetapá Grande, Jetapa Guasu o Jiperu, que en adelante vería repetidas veces en toda el área de Kangüery, sola o en pareja, cazando insectos al vuelo con la gracia de la más delicada danza.

A menudo los pastizales son considerados sólo desde el punto de vista productivo. Cuál es la carga animal que podrían soportar, cuántas toneladas de materia seca se podrían cosechar como forraje por hectárea, o cuántas de grano, si su superficie fuera cultivada. El ojo extractivista ignora, o menosprecia, un universo insospechadamente complejo mientras se enfoca en las especies de gramíneas que predominan en la biomasa total, o en los nutrientes que el rico sustrato podría aportar a sus potenciales cultivos. No toma en cuenta que, entre y sobre esas hojas y esa tierra, debajo de ellas e incluso en el espacio aéreo, se relacionan las fuerzas que evolucionaron con el pastizal y que sostienen su existencia.
Donde están conservados, los pastizales del cono sur son el habitat de grandes mamíferos herbívoros, de otros más pequeños que viven entre la hierba, de los predadores de ambos, de aves comedoras de semillas y de insectos, algunas de ellas migratorias que viajan anualmente desde las praderas de Norteamérica hacia lo que se conoce como bioma Pampa desde el punto de vista de la ornitología, de reptiles y anfibios y de un incontable número de moluscos, artrópodos, hongos y microorganismos, muchos de ellos aún sin clasificación.¿Son compatibles la actividad agropecuaria y la conservación de la biodiversidad? Con la difícil misión de encontrar, experimentar y promover métodos que lo hagan posible, desde 2006, la Alianza del Pastizal coordina organizaciones de los cuatro países que comparten este bioma, en un esfuerzo por preservarlo. Admiro estas iniciativas y la inteligencia que demanda la tarea de identificar el mal menor.










Pajaritos semilleros , seedeaters, capuchinos, gargantillos, corbatitas….

Tuve oportunidad de observar muchas aves, pero el encuentro con una me resultó especialmente simpático. En toda la región, los Chingolos (llamados Chesyhasy o Bendito Sea en Paraguay, Cachilos en Argentina y Tico-tico en Brasil) son abundantes y adaptados a la convivencia con humanos al punto de picotear migas abajo de la mesa, si encuentran la puerta abierta. Compenetrado en las guías de aves y en el deseo de avistar algo nuevo cada vez que pudiera, al enfocar un chingolo, le preguntaba mentalmente o en voz muy baja: – ¿No tendrás la ceja amarilla? Lo mismo hice cuando vi uno posado en un arbusto cerca de Kangüery. Pero su canto era diferente a los que reconocía y sí, tenía ceja amarilla, se trataba de ésta otra especie, y eran varios individuos los que se comunicaban desde lugares más o menos visibles entre las hojas.



Huerta para autoconsumo en la Estación.
Además de los amigos humanos que tengo en Kangüery, hay otro integrante del equipo con el que me dio mucho gusto convivir y observar nuestras similitudes y diferencias. Nuestro acercamiento comenzó una mañana en que silbaba mientras lavaba ropa en la pileta. De repente percibí otro silbido que me acompañaba. Busqué con la vista el lugar de donde procedía y resultó que era Monki que entonaba su suave voz desde un palo en la estructura del techo. Seguí con la tarea, feliz de formar parte de un dúo de especies, en un concierto íntimo y alegre.

La historia de este ka’i, rescatado de una planta urbana, es una versión afortunada de la de los animales silvestres que son cazados para ser mantenidos como mascotas o comercializados. Varias veces viajando por la región ví monitos en jaulas o atados con collar y cadena, dando un espectáculo deprimente. El tráfico de animales a nivel internacional es una grave amenaza para la fauna y los ecosistemas, siendo además de un negocio muy lucrativo para quienes lo manejan, un riesgo sanitario y la posibilidad de introducciones accidentales de especies que competirán con otras por el nicho que ocupan, causando desequilibrios en sistemas de relaciones que se desarrollaron lentamente a través de mucho tiempo. Entre las que se consideran especies invasoras, muchas han llegado al destino que colonizan como mascotas o para poblar cotos de caza. Algunas de ellas figuran entre las 100 más dañinas del mundo según la UICN. El blog Parques Nacionales de Paraguay explica el impacto del tráfico de especies en las áreas protegidas en este post. Dentro de la reserva San Rafael existen varias comunidades Mbya Guaraní. Se trata de los pobladores ancestrales, que han sido víctimas de incontables hechos violentos desde la conquista y, especialmente, durante la Guerra Guasu o de la Triple Alianza, como lo narra su tradición oral. Hoy su territorio está fragmentado y reducidas sus posibilidades de sostenerse a través de sus métodos tradicionales de abastecimiento. Como pobladores nativos, no escapan a la presión que sufre la biodiversidad de su entorno. Tuve oportunidad de visitar la comunidad del arroyo Moroti e intercambiar palabras en castellano con el cacique Chaparro, ya que su guarani-ete está más allá de mi comprensión. Esta gente supo vivir en el bosque atlántico por miles de años por lo que son portadores de una compleja sabiduría formada por la experiencia y la observación. Su conocimiento, como sus presas y el bosque primario, está en inminente riesgo de extinción. Nuestra civilización los atropella como desde el primer día y su modo de vida se desvirtúa rapidamente en función de los vicios y necesidades creadas que les regalamos. Estoy muy agradecido por haber sido recibido de manera tan amable, tengo ganas de volver, a tratar de entender un poco más y, si es posible, a comer alguna otra cucharada de la exquisita miel que cosechan.

–¿Qué planta es ésta?, les pregunté por mensaje a varios amigos uruguayos, enviándoles la foto publicada aquí encima. La mayoría respondió: – Es yerba. Hubo un truco, sé que le pregunté a personas que conocen o saben deducir, porque en el país del mate, la mayoría nunca vio la planta con la que se prepara la infusión nacional.
Entre las actividades que lleva adelante el equipo de Guyra Paraguay, la producción de yerba mate bajo sombra es una de las que más me llamó la atención, por innovadora y por hacerlo junto a la población indígena y campesina. El cultivo orgánico que respeta al monte puede ser el secreto de la conservación del mismo. Actualmente la estación Kangüery cuenta con un pozo artesiano, lo que le va a permitir sembrar su propia semilla y transplantar sus propios plantines.
Uno de los desafíos en San Rafael es el control de los incendios forestales. Cuando pasa mucho tiempo sin llover, el pastizal se convierte en yesca y la quema es el método utilizado por los productores, grandes y pequeños, para renovar el pasto o para aumentar el área de siembra.
El cultivo y el tráfico de marihuana también representan un problema importante. En un país donde alguien puede meterse en problemas por llevar consigo unos porros para consumo personal, existen miles de hectáreas donde se cosecha Cannabis sativa para beneficio de empresarios ricos, paraguayos y extranjeros, en un negocio en el cuál, nadie que concentre poder está por fuera y del que todo el mundo está al tanto.

Observando el siguiente mapa de la reserva, es claramente visible la franja que representa a la Colonia Amistad. Se trata de un asentamiento campesino en tierras cedidas por el Estado. Se accede desde Kangüery por caminos de tierra colorada y arena o desde el departamento de Caazapá en balsa cruzando el Tebicuary. En la Colonia funcionan dos escuelas a las que fui en la camioneta con los guardaparques, ya que ellos son quienes se encargan de transportar los alimentos que se sirven en sus comedores. Aun así y con las actividades de manejo integral y formación rural que se llevan a cabo, sigue siendo una zona conflictiva en cuanto al uso de recursos, principalmente la madera del bosque, porque se da un choque de intereses y la relación puede ponerse hostil por momentos. Sin duda la gente tiene que vivir y trabajar en algún lado, pero el bosque atlántico paga la negligencia de los gobernantes que se deshicieron del reclamo campesino liberando tierras prioritarias para la conservación, mientras existen latifundios de decenas de miles de hectáreas en propiedad de grandes estancieros. No es novedad que así funcione, no?.


Me resulta imposible resumir en esta entrada las cosas que viví durante mi primera y segunda visita a San Rafael, aunque, como convenimos con mi tocayo en la Estación, cuando él se esforzaba para que yo retuviese algunas palabras que ampliarían mi reducido vocabulario guaraní: – Me voy sabiendo menos del 1% de lo que puedo aprender acá. Eso no me frustra, por el contrario, me motiva a volver, a mandarme al interior del bosque en otras regiones, a caminar por los pastizales y a conversar con las personas en el camino. Pensando sobre estas ideas y sobre involucrarme como voluntario en alguna reserva de la ONG más adelante, abracé a mis tres amigos, Monki también me abrazó y partí con el Parque Nacional Ñacunday como objetivo, para seguir corriendo aventuras y sorprendiéndome de todo cuanto existe.
Qué aprendizaje y colaboración Guille..tu relato es tan preciso que puedo imaginarme cada detalle.
Las fotos..adoré las mariposas..las azules!!! Y bueno no que hablar de las expresiones de Monki!!
Felicitaciones y adelante..
Gracias Eli!
Excelente post, muy detallado y lleno de imágenes, super completo, valió la pena entra, ver y leerlo
Saludos
Hola Hernán. Gracias por los conceptos y por difundir este blog desde el tuyo. Aves de Argentina está recomendado para todos los visitantes que pasen por aquí !!!

Una maravilla de la naturaleza!!
Con un relato excelente,de una persona con una sensibilidad exquisita!!
Gracias Guillermo por compartir tanta belleza
Me alegro de que te guste!
Es hermoso, detallado y muy sacrificado este trabajo de Guillermo… de espíritu y alma sensible que por naturaleza tooooodos debiéramos de emular. Me sumo a este admirable trabajo, y veo con satisfacción que algunas especies de aves de mi país (El Salvador, 20 veces menor que Paraguay) son representativas también por allí. No me siento con valor a decirle a Guillermo: «¡adelante!», porque sé que es un trabajo de sacrificio y privaciones; pero cuando ese esfuerzo nos brinda gozo y satisfacciones… no hay nada que nos pueda detener. ¡FELICIDADES AMIGO! y esto sí te lo deseo de corazón.
Muchas gracias por los conceptos! Desde ya, todos los visitantes del blog quedan invitados a conocer la vasta avifauna del pequeño de Centroamérica, a través de las publicaciones de don Carlos en Bellas Aves de El Salvador, que cuentan con excelentes recopilaciones de imágenes, vocalizaciones, mapas de distribución y descripciones.
Me ha encantado esta entrada. Realmente me parece conocer este maravilloso lugar un poquito mejor y, sobre todo, un estímulo para visitarlo. Lástima que me pilla muy lejos de casa. Enhorabuena por este magnífico Blog. Un cordial saludo.
Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias por los conceptos! Desde ya, todos los visitantes están invitados a darse una vuelta por tu blog, Siguiendo las Aves …
Todo muy lindo. Buen trabajo. Felisitaciones.
Me enteré de esto por tu primo Alvaro de Los Cerrillos, felicitaciones, muy bueno!!!
Me alegro, bienvenido!